Rembrandt pintó el cuadro "Betsabé con la carta del rey David".
Produce escalofríos la tortura que supo extraer de la mirada entre atormentada y pensativa de esa pobre mujer. Esa actitud, mezcla de placer y remordimiento , y del tenebroso destino que sabe que la espera.
La historia es la siguiente.
Un día de bochornoso estío se levanta de la siesta el rey David, y desde la azotea de palacio ve a una joven de extraordinaria belleza bañándose desnuda en el jardín de su casa.
Pregunta quién es ella, y le dicen que es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías.
Envía un mensajero para que le hable de su parte,y le invita a venir a palacio. Llega ella a su presencia y,pimpam,pimpam, se la calza sin más preámbulos.
Ella se purificó de su inmundicia ,y regresó preñada a casa.
Betsabé envía un recado al rey: "he concebido" , le escribe.
En aquellos días Israel estaba en guerra con los ammonitas ,y tenía sitiada la ciudaxd de Raba. El rey llama a Urías a su presencia, lo sienta a la mesa , lo agasaja con un gran banquete, trata de embriagarle. Más o menos lo que hizo Akasel conmigo cuando me fui a Guatemala, que prometió no buscar un recambio a mi cargo, pues "no encontraría nadie como tú", y a la vez ordenó a Daniel Jimenez que firmase mi baja voluntaria.
David ordenó a Joab ,jefe del ejercito, que lo colocara en el lugar más peligroso , en la primera línea de combate ,para que fuera herido y muriera.
Y así sucedió.
El rey David , que era un hijo de la gran puta, fingió un grandísimo dolor.
Poco después tomó a Betsabé como esposa y ella le dio un hijo, que desagradó mucho a Yahwé por ser fruto de un adulterio.
Natán el profeta le descubre la tostada contándole una parábola:
"Dos hombres vivían en un pueblo. El uno era rico, y el otro pobre. El rico tenía muchísimas ovejas y vacas; en cambio, el pobre no tenía más que una sola ovejita que él mismo había comprado y criado. La ovejita creció con él y con sus hijos: comía de su plato, bebía de su vaso y dormía en su regazo. Era para ese hombre como su propia hija. Pero sucedió que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico, y como éste no quería matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le quitó al hombre pobre su única ovejita".
David, al oír esto se cabrea como una mona y dice " ¡a ese tío me lo cargo por hijo de puta, pero ya!"
- Pues ese tío eres tú, !CABRONAZO!
En fin, muere el niño...pero pronto vuelve la burra al trigo, yace de nuevo con Betsabé ,y de la coyunda nació Salomón...
La estirpe de Jesús está llena de facinerosos,empezando por el mismísimo Yahwé , que cuando se enfadaba no era manco.
El cuadro de Rembrant conmueve. Esa mujer de carnes plácidas recién salida del baño y atendida por una vieja criada , tiene en la mano una carta del mismísimo rey David. Su rostro expresa una profunda resignación ante la maldad humana ,compartida, quizás, por un algo morboso que lleva consigo toda tentación.
Rembrandt sabe muy bien qué está pintando,pues conoce ese pecado, y ese arrepentimiento.
Yo también.
A mi ese cuadro me avergüenza y me inquieta.
suso, escribo aquí porque no veo ningún otro medio para hacerlo. Me gustaría ponerme en contacto con usted. Le dejaría mi correo si no fuera porque lo va a leer más gente. Un saludo
ResponderEliminarEscrbeme a
Eliminarsusomendi@gmail.com
El rey David…
ResponderEliminarSuso, ¿ le ponemos el cante de Paco Toronjo, rodado por Saura y bailado por ninfas, a tu texto ilustrado con la pintura de Rembrandt?
¡Arte!
Buena idea
ResponderEliminarSuso:
ResponderEliminarEl profeta Natán, para tocar la fibra a David, le presentó el caso de la ovejita pues intuía que le iba afectar mucho, ya que de jovenzuelo había sido pastor...
David y sus ovejas tenia lana em las orejas
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