Me gusta la gente que tiene muy pocas creencias en su vida. Escéptica , divertida , dispuesta a modificar creencias absolutas a cambio de dar un paseo detrás de un buen culo. O de cambiar el paso que le llevaba a asistir a un homenaje en su honor por hacer unas buenas fotos a un atardecer que pasaba por allí.
De mandar a freír espárragos la eternidad y andar una senda que nace en un cruce caminos, un camino difuso que se inicia entre hojas caídas en un otoño.
Los que saben que sólo se puede tener fe desde la duda.
La gente de creencias sólidas son los que tienen la piedra preparada y cogida del puño , que se sabe lo suficientemente pura para animar al mismísimo Jesucristo a tirar una pedrada a la adúltera.
Esos que te indican con el dedo el camino recto que debes andar , y en cuanto te desvíes, mueven la cabeza escandalizados y se verán obligados - ¡qué otra cosa pueden hacer!- a delatarte .
Estos devotos , cuando te corrijan , no ahorrarán en lágrimas a la hora de condenarte. En el Evangelio los tienes muy bien retratados : con frecuencia detrás de la violencia extrema se maquillan capas y capas de piedad y misericordia fingida.
¿Y tú crees en Dios?
ResponderEliminarSÍ
ResponderEliminarNo como tú: tu diosito no es el mío.
SÍ
ResponderEliminarNo como tú: tu diosito no es el mío.
Me gusta también ese tipo de gente... creo en pocas cosas y estoy en un cruce de caminos agotador. Gracias, me ha gustado leerte
ResponderEliminarUna gran pregunta es la diferencia entre "creer en Dios" y "tener fe". Lo que criticamos en los islamistas, la guerra santa que es contravención de la ley natural, es lo que sucedió con Abraham e Isaac: mátalo, le dijo Dios, y fue a por Isaac (el mismo mensaje que escucha el terrorista). Así, Lutero decía que las cosas son buenas porque Dios las manda, y no por ser buenas las manda Dios. Una vez mató Nietzsche a Dios, las cosas son buenas porque el hombre las quiere, no es que las queramos por ser buenas. En fin, un lío.
ResponderEliminarKant dice que el Espíritu Santo la cagó incluyendo ese pasaje. En fin, supongo que nadie es perfecto. Pelillos a la mar!
Sí uno se encuentra a veces con personas parecen tener una fe muy profunda, muy sana, que no es tanto que crean en esto o aquello, sino que parecen confiar en la vida, y aceptan las cosas tal y como vienen.
ResponderEliminarSe dice que el dolor no lo ocasionan los propios eventos sino que lo único que duele es el echo de resistirse la no aceptación de las cosas tal como vienen.
Eduardo
Está claro que la resignación estoica contribuye a la felicidad. Séneca decía que la puerta siempre está abierta, cualquiera puede suicidarse si no le gusta el mundo.
ResponderEliminarPero eso no parece que sea suficiente.