Es una experiencia a la que no me acostumbro. Un día cualquiera, después de convivir años con esa persona, se abre el armario de la sala de estar y cae a peso y con gran estruendo el cadáver sobre la mesa.
Resulta que tenía muchas cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.
Era un hombre con una buena cabeza, un corazón generoso en el pecho. El cinturón le dividía en dos mitades: en la parte superior esa persona guiaba el caballo de la razón, del coraje, de la belleza, de los sentimientos nobles. Era un modelo de caballero.En esa solapa se cuelgan las condecoraciones, los honores...
Pero, ¡ay!, debajo del cinturón la cosa comienza a emborronarse, a revolverse: allí el cuerpo se divide en dos, una pierna, otra pierna, y el famoso arco del Triunfo. Y es allí donde grandes hombres de la humanidad, reformadores, santos, reyes, pierde contacto con la torre de control , que es el cerebro, y todas las creencias desaparecen en medio de la galerna.
Hay secretarias, azafatas, oficinistas ambiciosas, tigresas con cara de gatita inocente que conocen la clave secreta de esa caja de caudales que está debajo de la bragueta del poderoso: un roce sin intención, un susurro en el oído y cae rendido el banquero más puritano, el juez honradísimo, el obispo más piadoso , para obligarlos uno tras otro a ponerse a cuatro patas, con una correa al cuello y que ladren a sus pies.
Lo que ella quiera.
O ese cadáver que cae a plomo sobre la mesa resulta que lleva en los bolsillos un fajazo de billetes que un ricachón le puso en los bolsillos.
La bomba es cuando el cadáver reúne la perdición absoluta, lo que nadie esperaba de un hombre así: la lascivia y la avaricia se dan la mano a través de la bragueta .
Alguien metió mano en los bolsillos del baúl del pirata y resulta que el tesoro es una negra zumbona con la que nuestro hombre , como Silver, el pirata cojo de la Isla del tesoro, se largó para siempre.
Termina la novela de Stevenson diciendo : "aquel formidable navegante con una sola pierna ha desaparecido de mi vida; supongo que se reuniría con su vieja negra y que vivirá todavía, satisfecho, junto a ella y al Capitán Flint. Y ojalá así sea, porque sus posibilidades de gozo en el otro mundo son harto escasas".
EN LO SECRETO: EL SÍNDROME DE STENHDAL
El pesimismo no consiste en estar cansado del mal, sino en estar cansado del bien. La desesperación no consiste en estar cansado del sufrimiento, sino en estar cansado de la alegría. Añade a eso que en esta vida hay personas que saben que en este mundo solamente hay una desgracia mayor que desear algo con toda el alma y no tenerlo: desear algo con toda el alma y tenerlo. Y hay personas que no lo saben. La vida - ésa barulla en la herida - es así….La barulla de cada día.
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