En una taberna de Valladolid juegan al mus. Se grita de una manera exagerada.
Dos andan a la greña en la calle por una jugada.
- Mira, idiota, en todas las timbas de juego siempre hay un gilipollas que pierde; si a la media hora de partida no has descubierto quién es, eso significa que el gilipollas eres tú.
Eso es psicología, y lo demás son tonterías.
Al Capone afirmaba : en cualquier negocio lo más importante es no ser el muerto.
No ser el gilipollas , no ser el muerto No es fácil : basta ver el telediario para comprobar la de gilipollas y muertos que hay. Conozco uno que está esperando su momento para dejar de ser el gilipollas y sumar un muerto más que le humilló en la timba de la vida.
Es cuestión de tiempo que lleve a cabo su venganza.
En esta media tarde de enero bajo el olor de la tierra húmeda que ha traído la lluvia , mientras paseo por un Valladolid gris , pienso qué podría hacer uno para sobrevivir sin pasar por gilipollas. Pero creo que ya es tarde. En esta caminata por la ciudad subo a Parquesol , y me pierdo zigzagueando hasta la plaza de Marcos Fernández .
A veces pienso que vivo rodeado de gente que sobreviven en un mundo que tiene unas reglas que son desconocidas para mi. Tipos tan astutos que apenas te ven ya te han contado los pelos dentro de la nariz. Ven el aire .
El tendero embucador, el político truhán , el banquero pícaro, gente pegada a a la tierra por el ombligo.
En este paseo me asomo a lo alto y desde allí veo el páramo , la otra parte el horizonte de la vega cuya línea discurre de forma muy pura, sólo quebrada por la caligrafía del vuelo de alguna ave , y por la difusa color de un lánguido atardecer .
De este lado de mi se halla lo menos contaminado de uno y también todos los lugares que uno nunca podrá alcanzar pero que ya los poseo con solo desearlos.
Soy el gilipollas, y seré el muerto: esa es mi sabiduría. Si no has llegado a entender eso, no te preocupe: antes de que finalicen tus días esa será la lección que deberás aprender.
Y si no es así, probablemente, en tu último estertor sentencies : soy gilipollas, me muero.
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AQUÍ : UN MILAGRO
Pues vale.
ResponderEliminarPlan alternativo número 01/A/2016.
Dos gilipoyas que van a morir se juntan para ir al Museo del Prado.
Pagan cinco pavos y se sumergen en la pinacoteca.
Condenados por el tribunal de la vida se les pregunta por su último deseo.
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¿Cómo? Una mañana en el Prado ? Valiente memez, ver cuadros antes de tu solemne matarile.
Vale, déjalos, son ya fiambre y la petición es barata.
Sella la petición.
Autorizada.
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Los dos cadáveres andantes se dirigen a la sala XVI directamente.
Puro Velázquez en vena. Trece millones de pinceladas por minuto. La leche.
En un enorme espacio se encuentran Las Meninas, rodeadas por el diez por ciento de la población nipona.
Los dos cadáveres se acercan al cuadro, pegan el culo a la pared y miran al careto del público que observa admirado el cuadro.
...
Y entonces ocurre.
Bellas habitantes de Hiroshima cuyos abuelos fueron volatizados por una bomba nuclear, ponen caritas ante el cuadro.
Admiración, gozo, vértigo, perspectiva, color, vela duras, luz flotando.
...
Hola guapas, somos descendientes directos de D. Diego de Velázquez y tenemos el alma llena de colores.
El truco funciona y se forma un grupo de cuatro cadáveres que al rato se sumergen en Goya en pelota picá.
...
¡Qué caritas tan graciosas ponen las japonesas!, y qué bien nos lo pasamos ese domingo.
Para estar condenados a muerte, no estuvo mal.
Pero que nada mal.
Lo importante es ser feliz y de esa manera que cuentas no se puede ser feliz. Al final todos somos el muerto, todos morimos. Es cuestión de tiempo.
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