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domingo, 24 de enero de 2016

COMENTARIO DE UNA CAJERA.

Me  escribe  una cajera  de supermercado  complementando  la entrada de  hace  unos  días  que se titulaba "No hemos cambiado nada".

"Muy  divertido      y guasón   su artículo de  ayer , pero  tendría  que ver usted  lo que tenemos  que ver,oír, sufrir de clientes y jefes. Lo  raro es  que  no caigamos  desvariadas y despatarradas  por la caja como Charlot  en la cadena de  montaje.

Allá van unos ejemplos  de nuestra calidad de vida:

Clientes  que hablan  por  el móvil mientras  pasa  la compra , le preguntas algo de la misma y te mira con cara de "¡venga, coño, joder!".

Cliente  que vienen con un producto de la estantería y dice, con cara preconstitucional,  que está de oferta cuando el que en realidad está, es el producto de la balda de abajo.

Tener la caja cerrada y que los clientes empiecen a poner la mercancía sobre la cinta... Decirles que  no  hay servicio  y  marchen como los dibujos animados de Mortadelo y Filemón, echando gusanos, serpientes y sapos  por la boca.

Clientes que vienen con el producto abierto (y probado) y lo quieren descambiar porque prefieren la otra variedad ya que les gusta mucho más.

Clientes que juran que  te han dado un billete de más valor del que  realmente te dieron, te tachan de tonta , y al ver que se han equivocado ni una disculpa.

Listillo  que  viene   la hora de cerrar con un billete de 500  y pide cambio.

Cliente  que golpea  el mostrador con una moneda mientras esperas tu turno.Indirecta que hace  que todavía vaya más   lenta,por cierto.

Cambiar de centro de trabajo y comprobar que una clienta que  iba a última hora en mi anterior establecimiento lo haga también en el  nuevo.

Cambiar de centro de trabajo y descubrir que una de las clientas más japutas, con perdón,  y que venían siempre a última hora es ahora compañera tuya.

Clientes a los que tienes que anular toda la compra porque encuentran un vale de descuento siglo y medio después de pagar.

Si no me vas a dar el céntimo de vuelta, no le pongas de precio 9,99 €.

Clientes que desde la puerta de entrada piden  a voces traerles una barra de pan y cobrársela porque no puede pasar con el perro.

Pedir a una señora la tarjeta cliente y que te dé el carnet de la biblioteca del pueblo.

Clientes que te van con todas las monedas de céntimo que encuentran por casa y te dicen: si a vosotras os vienen muy bien!

Clientes q te dicen: que a gustito se está aquí con el aire acondicionado.

Y no sigo...

Por cierto, muchos son señores de traje y corbata.



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AQUÍ: EN LO SECRETO: BACH

1 comentario:

  1. Me han gustado mucho los comentarios, son muy divertidos.
    Pero si te fijas, no es un problema de las condiciones objetivas de trabajo (lo que no descarta que exista ese tipo de problemas, solo que a lo mejor no lo ha escrito) sino más bien es un problema de 'personas', del comportamiento de cada uno, de la falta de empatía.
    Somos nosotros y nuestro egoísmo quienes hacemos que el mundo sea peor de lo que podría ser.

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