Sea quien sea la persona que conozcas, debes saber que ya ha atravesado el infierno varias veces.
Sí: todos hemos sentido que nuestro pan sabe a lágrimas, y nos hemos visto en la soledad y el fracaso por nuestra mala cabeza, nuestra tontería, nuestra maldad, o la de los demás.
Todos nos hemos sentido alguna vez desventurados , una cosa pequeña, un algo perdido que no tiene valor para nadie salvo para Dios : alguien que deambula en el desvarío.
Quizás has escuchado de labios que amaste "¿ese? ,¡ es un infeliz!". Y piensas que todos te engañan y maltratan, y te ves como un triste clown de circo a cuyas mejillas van todas las bofetadas
Quizás has escuchado de labios que amaste "¿ese? ,¡ es un infeliz!". Y piensas que todos te engañan y maltratan, y te ves como un triste clown de circo a cuyas mejillas van todas las bofetadas
El poeta escribió que nunca se debería escribir ni una sola frase que no se pudiera susurrar al oído de un agonizante. Todos somos de alguna manera seres que estamos agonizando.
Hay una vieja tradición que consiste en poner en la mesa un plato de más para un visitante imprevisto. Es en esas mesas donde mejor estoy, por esa razón escribo esta entrada: aquí hay una silla dispuesta para ti, seas quien seas, estés como estés, hayas hecho lo que hayas hecho.
Lo creas o no, todos hemos estado como tú alguna vez.
Lo creas o no, todos hemos estado como tú alguna vez.
Se agradece. ¿También para los que no aprendemos?
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