Muchas veces pasamos en la vida etapas sin ningún tipo de motivación por hacer nada, ni por ti, ni por nadie.
Vamos con una sopa mental importante. En nuestro particular Tour sabemos que nuestro papel es el de gregario de un equipo a las órdenes del líder. Ni siquiera el equipo es de categoría. Corremos la Vuelta a Castilla y León, la Clásica subida a Monte Cascala, la Ascensión a Pirineos...
Y, derepenete, depronoto, ¡la motivación viene a ti en forma de oso juguetón con ganas de darte un abrazo amoroso!.
Y corres que te las pelas...y llegas el primero a la cima...y la chica guapa te da un beso y un ramo de flores...y te haces un selfie y se lo envías a tu mujer y a tus hijos , que en su vida te habían visto en un podium, porque ya tienes tu edad yendo y viniendo por carreteras infames.
¡Hoy puede ser ese día!
Monedero te diría que un día de esos cuando nos venimos arriba es que hemos tomado una buena raya de coca.
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